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Según datos de las Naciones Unidas, en los dos últimos años una de cada cinco cuencas fluviales ha presentado fluctuaciones importantes y fuera de lo natural en el mundo. El aumento de la población, los cambios en la cubierta terrestre, el uso del suelo y el cambio climático, según la misma organización, son las principales razones de esos cambios. Frente a este escenario, han llamado a realizar los esfuerzos necesarios para protegerlos y evitar una mayor degradación de estos hábitats.

Si bien los ríos de la Patagonia se mantienen más prístinos con relación a los del resto de Chile, no están libres de amenazas derivadas del cambio climático, intervenciones hidroeléctricas, contaminación, entre otros; factores todos, que podrían afectar al ecosistema ribereño y poner en riesgo las especies endémicas, es decir, especies que sólo existen en esa parte del mundo.  

Bajo ese contexto, la comunidad y las autoridades de Palena se han organizado para proteger al río del mismo nombre, para prevenir que estas amenazas se vuelvan una realidad en el futuro cercano. Y es precisamente esa experiencia la que compartió Natalia Ibáñez, integrante de la Municipalidad de Alto Palena, durante la reunión en Nueva York a la que asistieron representantes de todos los países miembros de la ONU.

“Poder participar de uno de los eventos más importantes de agua, me llena orgullo y de pasión. Estoy feliz de representar a la Municipalidad de Alto Palena en un lugar donde hay tantas personas de tantos países, trabando por un objetivo en común. Nada más importa cuando nos une la vida, nos une el agua, y eso es maravilloso”, señala Natalia Ibáñez.

Esta reunión global es de suma relevancia ya que la pérdida de biodiversidad de agua dulce está ocurriendo a una velocidad dos veces más rápida que para los ecosistemas terrestres y marinos. En particular, en nuestro país existen 1.251 ríos, cuyas características, estados, amenazas, usos y valores asociados, varían de norte a sur y de cordillera a mar.

«Para Palena es una señal muy positiva tener representación a nivel mundial, es un paso muy importante, que refuerza el sentido de lo que hemos venido trabajando. Acá tenemos un río muy importante y estamos preocupados por su protección frente a temas como el cambio climático, la actual disminución de cauces de agua, y una mayor movilización de la población a sectores rurales. Por temas como estos, tanto la protección de los ríos, como la distribución de agua son parte de nuestra gestión y participar en una instancia así de las Naciones Unidas es muy significativo» señala Julio Delgado Retamal, alcalde de Alto Palena

La representante de Palena presentó la experiencia local junto a Pía Weber, encargada de Agua Dulce del proyecto Patagonia la ONG The Pew Charitable Trusts, quienes, junto al Programa Austral Patagonia de la Universidad Austral de Chile, han apoyado técnicamente la iniciativa local. Weber destacó el trabajo colaborativo con la comunidad, ya que “para avanzar en estrategias efectivas de protección de ríos, es clave reconocer la relación que los habitantes del territorio tienen con ellos: el uso de sus aguas, los valores culturales e incluso espirituales que atribuyen a esos ecosistemas, entre otros. Es por esto que hoy estamos apoyando a la provincia de Palena, ya que allí autoridades y vecinos están activamente comprometidos con la conservación de sus ríos en y áreas protegidas en beneficio del desarrollo local. Son un ejemplo inspirador para otras pequeñas comunidades rurales en el mundo”, señaló.

“La conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua no se hacía hace 50 años, y estoy feliz de que se me abriera esta oportunidad de estar aquí, con mi boina y mi mate, por la Patagonia Verde, por nuestro territorio y por nuestros recursos”, cierra Natalia desde Nueva York. 

“Poder participar de uno de los eventos más importantes de agua, me llena orgullo y de pasión. Estoy feliz de representar a la Municipalidad de Alto Palena en un lugar donde hay tantas personas de tantos países, trabando por un objetivo en común. Nada más importa cuando nos une la vida, nos une el agua, y eso es maravilloso”, señala Natalia Ibáñez.

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