Carolina Morgado, directora ejecutiva Tompkins Conservation Chile
Este año, el Día Internacional del Medio Ambiente fue una fecha especialmente relevante, ya que se lanzó oficialmente la Década de la Restauración de Ecosistemas de las Naciones Unidas, iniciativa busca prevenir, detener y revertir la degradación de los ecosistemas terrestres y marinos en todo el mundo.
La restauración ecológica -también conocida como rewilding- es una de grandes soluciones que se plantean en la actualidad para recuperar el equilibrio del planeta. Así lo confirma un estudio científico publicado en la revista Nature, que concluyó que la restauración a gran escala de ecosistemas dañados por la explotación humana puede ser una de las formas más efectivas y económicas de combatir la crisis climática y la crisis de extinción de especies.
La restauración ecológica además de beneficiar a las especies no humanas, genera bienestar en nuestra sociedad: la conservación puede ser un motor de desarrollo económico a través del turismo basado en la naturaleza, resuelve problemas medioambientales, reduce las probabilidades de los desastres naturales derivados de la crisis climática, y mitiga la proliferación de pandemias, que se estima serán cada vez más frecuentes si no tomamos las medidas necesarias.
Tenemos el gran desafío como país de potenciar acciones de esta índole a lo largo del territorio, trabajando coordinadamente, ya que alcanzar estas ambiciosas metas requiere de un esfuerzo colaborativo entre los diversos actores: sectores público, privado, sociedad civil y comunidades. En la Década de la Restauración de Ecosistemas la invitación es a que nos sumemos a este movimiento mundial para que ayudemos a la naturaleza a sanar. Ya no basta solo con conservar los escasos prístinos ecosistemas que van quedando, sino que también hay que impulsar un manejo activo que permita restaurar la biodiversidad que hemos destruido.