Un espejismo en la discusión constitucional
Por: Eduardo Schwerter, Presidente de Agrollanquihue A. G.
En el norte de Chile, durante los meses de más calor, se pueden ver los espejismos que se producen en el desierto de Atacama en medio de la neblina de calor. Aunque parecen reales, se trata sólo de ilusiones ópticas que se forman por la reflexión total de la luz al atravesar capas de aire caliente.
Pero los espejismos también se producen hoy en día, más de mil kilómetros al sur, en la sede del ex Congreso Nacional, donde opera la Convención Constitucional.
Desde que comenzó el proceso de la redacción de la nueva Carta Magna, hemos llamado a la participación de nuestro sector y de toda la comunidad. Hemos hecho la tarea y el esfuerzo de informamos de instancias, fechas y formas dispuestas por la Convención. Sin embargo, con el desarrollo del proceso, nos encontramos ante un espejismo similar a los del desierto de Atacama: y es que la participación ciudadana normada se transformó en una imagen de la realidad engañosa e ilusoria.
La inclusión de las “ideas de todos” no se ha cumplido. Las alternativas dispuestas, como audiencias públicas, semanas territoriales, o la creación de un portal para recibir
iniciativas populares, no han derivado en una participación real ni clara de todos los
sectores. De hecho, la convención recibió sólo a 9 representantes del sector agrícola de un total de 350 audiencias solicitadas a la Comisión de Medio Ambiente, Derechos de la Naturaleza, Bienes Naturales Comunes y Modelo Económico. O sea, un pobre 2.5% de los solicitantes fue “escuchado” durante escasos minutos por quienes escriben la
Constitución. Y el sector agrícola en Chile genera cerca del 10% del empleo del país en más de 300 mil emprendimientos, la mayoría de ellos, pequeñas y medianas empresas.
Otro ejemplo. Se publicaron 2.496 iniciativas Populares de Norma, participando en este
proceso casi un millón de personas. 77 de esas iniciativas reunieron más de 15 mil firmas provenientes de personas que vivieran en al menos 4 regiones distintas.
¿Cuántas de esas iniciativas han sido aprobadas?
La convención “escuchó” en audiencias apenas a una minoría de personas. Entonces, cada día suena más fuerte la voz popular que ya está todo “cocinado” y que hagamos lo que hagamos, no cambiará el destino del país decidido por unos pocos, que hacen creer que son una mayoría.
Al parecer todo esto ha sido sólo un espejismo. Sí, los espejismos frecuentes en los
desiertos, ahora también se están dando en la Convención Constitucional.